Migración y comercio

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La mayoría de los estudios econométricos sobre la relación entre la migración y el comercio analizan los efectos de la inmigración en el comercio de bienes y servicios. La presencia de grandes grupos de diáspora en un país suele conllevar un aumento en el comercio bilateral entre los países de acogida y de origen de los migrantes concernidos. Este fenómeno, conocido como "comercio de la nostalgia", se centra en el comercio de bienes típicos de los países de origen de los migrantes y en el comercio de servicios turísticos. Los acuerdos comerciales, como el modo 4 del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), clasifican el movimiento temporal de personas proveedoras de servicios como una de las formas en que se lleva a cabo el comercio internacional de servicios. El AGCS y otros acuerdos similares, a su vez, facilitan la movilidad relacionada con el comercio de servicios.  

 

Los efectos bilaterales de la inmigración en el comercio de mercancías suelen favorecer ligeramente al país de acogida, pero ese efecto negativo en la balanza comercial del país de origen podría verse compensado por las remesas, el comercio de servicios y la inversión extranjera directa (Genç, Gheasi, Nijkamp y Poot, 2012). A diferencia de lo que ocurre con las remesas de los migrantes, que son el facilitador más consolidado y directo del desarrollo, todavía no se conocen bien los efectos en el desarrollo del comercio impulsado por la migración.