Género y migración
Diversos factores, como las normas consuetudinarias basadas en las expectativas de género, la etnia, la raza, la edad y la clase, determinan las razones y las consecuencias de la movilidad humana. Se puede afirmar que, entre los elementos anteriormente mencionados, el género es el factor que tiene mayores repercusiones sobre las experiencias migratorias de hombres, mujeres, niños, niñas y personas que se identifican como lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGBTI). Por tanto, la inclusión de consideraciones de género en la formulación y planificación de políticas puede contribuir al empoderamiento social y económico de las personas y promover la igualdad de género. El hecho de no tener en cuenta dichas consideraciones puede exponer a las personas a nuevos riesgos y vulnerabilidades, además de perpetuar o exacerbar las desigualdades.
Tanto el Pacto Mundial para la Migración como la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes hacen un llamamiento para que se desglose una mayor cantidad de datos sobre la migración en función del sexo y la edad. Ambos reconocen que los datos desglosados por sexo permiten identificar y analizar vulnerabilidades y capacidades específicas de mujeres y hombres, lo que pone de manifiesto brechas y desigualdades. Estos datos también permiten analizar cómo las normas de género pueden influir en las experiencias de mujeres y hombres en los procesos migratorios y, a su vez, cómo sus experiencias pueden cambiar dichas normas. Si bien es importante tener en cuenta las experiencias de las mujeres y las niñas, a las que en ocasiones no se les ha prestado la atención suficiente, también se debería actuar de la misma manera con respecto a las experiencias de los hombres, los niños y las personas LGBTI, que también se ven expuestos a diversas formas de violencia de género o a vulnerabilidades durante los distintos procesos migratorios.
Definición
A continuación, se enumeran los términos y conceptos clave relacionados con el género y la migración.
De acuerdo con el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE), por datos desagregados por sexo se entiende “cualquier dato desglosado por sexo sobre personas. Las estadísticas de género se basan en estos datos desagregados por sexo y reflejan las realidades de la vida de las mujeres y los hombres, así como las cuestiones normativas relacionadas con el género” (EIGE, 2017).
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el género “se refiere a las funciones y las relaciones, los rasgos de personalidad, las actitudes, los comportamientos, los valores, el poder e influencias relativos, configurados socialmente, que la sociedad adscribe a las personas en función del sexo que se les ha asignado. El género encierra asimismo un aspecto relacional en tanto que se refiere no solo al hombre, a la mujer o a otros grupos de género, sino también a la relación entre ellos. Si bien la noción de género está profundamente arraigada en todas las culturas, también cambia con el tiempo y presenta amplias variaciones en el seno de una misma cultura y entre distintas culturas” (OIM, 2015).
Según la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), “el género no se refiere únicamente a las mujeres. Cabe destacar que el concepto de género no es equiparable al de mujeres. El género se refiere a las mujeres, los hombres [y otros grupos de género] y a las relaciones a menudo desiguales entre ellos. [...] En la práctica, los debates sobre género suelen centrarse en las mujeres porque ellas, como grupo, han sido las más afectadas por la desigualdad de género. Sin embargo, [todos los grupos de género] tienen un importante papel que desempeñar para lograr la plena igualdad. Por consiguiente, una perspectiva de género no significa una perspectiva de las mujeres” (Glosario del Centro de Capacitación de ONU Mujeres, 2017).
Existen varios conceptos relevantes, tales como igualdad de género y violencia de género, que son objeto de amplios debates en el ámbito de la migración.
Según el Glosario LGBTI de la OIM, la identidad de género “hace referencia a la experiencia interna e individual del género que cada persona siente profundamente, que puede corresponderse o no con el sexo asignado al nacer o con el género que la sociedad le atribuye. Abarca la manera personal de sentir el propio cuerpo (que puede implicar, si se basa en la libre elección, la modificación de la apariencia o función corporal por medios médicos, quirúrgicos o de otro tipo) y otras expresiones del género, en particular la vestimenta, el habla y los gestos” (Glosario LGBTI de la OIM, 2017).
Tendencias recientes
La proporción de mujeres migrantes no ha experimentado cambios significativos en los últimos 60 años. Sin embargo, cada vez son más las mujeres migrantes que emigran de forma independiente para trabajar, recibir educación o como cabezas de familia. A pesar de estos avances, es posible que las mujeres migrantes sigan sufriendo una mayor discriminación, sean más vulnerables a los malos tratos y experimenten una doble discriminación en su país de destino, en comparación con los hombres migrantes, por el hecho de ser mujeres y migrantes. No obstante, los hombres migrantes también están expuestos a vulnerabilidades en los procesos migratorios. Por lo tanto, los datos sobre la migración que tienen en cuenta las cuestiones de género pueden promover una mayor igualdad y ofrecer oportunidades a los grupos desfavorecidos.
Datos a escala mundial
Las mujeres representan algo menos de la mitad de la población mundial de migrantes internacionales, es decir, 135 millones (48,1%) (DAES, 2020). La proporción de mujeres migrantes ha disminuido desde el 49,4% en el año 2000 hasta el 48,1% en 2020, mientras que la proporción de hombres migrantes aumentó desde el 50,6% en el año 2000 hasta el 51,9% en 2020 (ibíd.). Esta mayor proporción de hombres en la población de migrantes internacionales también se refleja en el porcentaje de trabajadores migrantes de sexo masculino. En el año 2013, el número de trabajadores migrantes internacionales varones, 83,7 millones (55,7%), era superior al de mujeres, 66,6 millones (44,3%) (OIT, 2015). Se estima que, en 2017, la proporción de trabajadores migrantes aumentó al 58,4% y la de trabajadoras migrantes disminuyó al 41,6% mujeres (OIT, 2018). Con un 63,5% y un 48,1%, respectivamente, la tasa de participación de las mujeres migrantes en la fuerza de trabajo era superior a la de las mujeres no migrantes en 2017. Este patrón se puede aplicar en todos los grupos de países, excepto en los países de bajos ingresos (ibíd.). Desde 2013, las tasas de participación de las mujeres migrantes en la fuerza de trabajo son más elevadas que las de las mujeres no migrantes, pero existen pocas diferencias en las tasas de participación de los hombres migrantes en comparación con los hombres no migrantes (OIT, 2015, 2018).
Asia y África
Entre los años 2000 y 2020, el número estimado de hombres migrantes internacionales experimentó un espectacular crecimiento hasta alcanzar el 89% en Asia, es decir, 49.8 millones, mientras que la proporción de mujeres migrantes internacionales en Asia aumentó en un 57% (DAES, 2020). Este crecimiento en hombres migrantes se ha visto impulsado por la creciente demanda de trabajadores migrantes varones en los países productores de petróleo de Asia Occidental. A pesar de que tan solo el 5,3% de las trabajadoras migrantes a nivel mundial se encuentran en los Estados Árabes, constituyen alrededor del 39,9% de la fuerza de trabajo de la región (OIT, 2018). La proporción de mujeres migrantes a mediados de 2020 era menor tanto en Asia (41,8%) como en África (47,1%) (DAES, 2020). Así pues, en estas regiones, el número de hombres migrantes internacionales es significativamente superior al de mujeres migrantes internacionales. Sin embargo, entre 2000 y 2020, el aumento en la población estimada de mujeres migrantes internacionales en África (69%) fue ligeramente superior al aumento de hombres migrantes (68%) (DAES, 2020).
Europa y América del Norte
Las mujeres migrantes representan algo más de la mitad de la población total de migrantes internacionales en Europa y América del Norte. A mediados de 2020, la proporción de mujeres con respecto a la población total de migrantes internacionales alcanzó el 51,6% en Europa y el 51,8% en América del Norte (DAES, 2020). Esta mayor presencia de mujeres en la población de migrantes internacionales también se refleja en la proporción de trabajadoras migrantes en estas regiones. El 39,8% y el 25,8% de todas las trabajadoras migrantes del mundo reside en Europa y América del Norte, respectivamente, mientras que tan solo el 26,3% y el 21,1% de todos los trabajadores migrantes varones vive en dichas regiones, respectivamente (OIT, 2018). Esta mayor proporción de mujeres migrantes en estas regiones se debe a una combinación de dos factores, a saber, la presencia de migrantes de más edad en la población y la tendencia a que las mujeres migrantes tengan una mayor esperanza de vida en comparación con los hombres.
América Latina y el Caribe
A mediados de 2020, la proporción de mujeres migrantes internacionales (49,5%) era superada ligeramente por la de varones migrantes internacionales (50,5%) en América Latina y en el Caribe. Además, entre los años 2000 y 2020, el número de varones migrantes internacionales aumentó ligeramente con mayor rapidez que el de mujeres migrantes internacionales (DAES, 2020). Por el contrario, en América Latina y el Caribe, la proporción de trabajadores migrantes varones (2,9%) es casi la misma que la de las trabajadoras migrantes (2,5%) (OIT, 2018).
Oceanía
Con un 50,5%, las mujeres migrantes representaban una proporción ligeramente mayor que los hombres migrantes en la población de migrantes internacionales en Oceanía a mediados de 2020 (DAES, 2020). En las dos décadas entre 2000 y 2020, el número estimado de mujeres migrantes aumentó ligeramente más rápido que el de hombres migrantes internacionales en Oceanía (ibíd.).
Fuentes de datos
Los datos sobre género y migración con respecto a los hombres y las mujeres migrantes se recopilan y analizan por separado. Si bien no siempre se recopilan estos datos desglosados por sexo, las principales fuentes de datos que recopilan datos relacionados con la migración desglosados por sexo son los censos de población, los registros administrativos y las encuestas por muestreo, como las encuestas sobre la fuerza de trabajo y las encuestas sobre los ingresos y las condiciones de vida. La información de estas fuentes de datos se compila en bases de datos. A continuación, se presentan las bases de datos sobre la migración que recopilan datos desglosados por sexo.
A nivel mundial
La División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DAES) presenta varios conjuntos de datos sobre la población de migrantes internacionales con respecto a todos los países y regiones, y desglosa los datos por sexo, edad y origen. El DAES publica estos conjuntos de datos cada dos años. Su último conjunto de datos sobre la población de migrantes internacionales se publicó en 2020.
El Departamento de Estadística de la Organización Internacional del Trabajo dispone de una base de datos (ILOSTAT) sobre Indicadores Clave del Mercado de Trabajo (KILM, por sus siglas en inglés). Esta base de datos proporciona conjuntos de datos sobre la migración laboral que se agrupan en tres esferas temáticas: población de migrantes internacionales, nacionales en el extranjero y flujo de migrantes internacionales. En estas esferas se incluyen las estimaciones sobre las poblaciones o los flujos demográficos y sobre las poblaciones o los flujos de trabajadores migrantes y, en general, se desglosan por sexo y edad. La base de datos ofrece estadísticas sobre la migración laboral relativas a todos los países y regiones del mundo cada año.
Los informes titulados Estimaciones mundiales de la OIT sobre los trabajadores y las trabajadoras migrantes de 2015 y 2018 facilitan estimaciones sobre el porcentaje de trabajadores migrantes con respecto al total de migrantes internacionales y señalan las regiones e industrias en las que se establecen dichos trabajadores migrantes internacionales. Asimismo, presentan las características demográficas de la migración laboral internacional y, en concreto, el informe de 2015 se centra en la proporción de trabajadoras y trabajadores domésticos migrantes a nivel mundial.
La Base de datos de la OIM relativa al derecho sobre la migración consolida la información en materia de derecho internacional sobre la migración y la enmarca de manera exhaustiva. Asimismo, reúne instrumentos relacionados con la migración, incluidas las normas relativas a las cuestiones de género en el ámbito de la migración. La base de datos contiene tratados internacionales, regionales y bilaterales, resoluciones internacionales y regionales, declaraciones y otros instrumentos pertinentes.
La OIM y Polaris agruparon los datos existentes sobre la trata de personas y crearon la Base de Datos Colaborativa sobre la Trata de Personas, que contiene datos sobre 108.613 casos de trata de personas, desglosados por sexo y edad. Una versión anónima de este conjunto de datos está disponible para descarga pública.
BRIDGE era un servicio de investigación sobre cuestiones de género y desarrollo del Instituto de Estudios para el Desarrollo del Reino Unido que reivindicaba la importancia de incluir las cuestiones relacionadas con las perspectivas de género en las iniciativas dirigidas a reducir la pobreza y promover la justicia social en los procesos migratorios. Entre otros objetivos relacionados con el desarrollo, este servicio abordaba los aspectos de género de la migración.
Asia
La Oficina Regional de la OIT para Asia y el Pacífico dispone de una base de datos estadísticos sobre la migración laboral internacional que recopila distintas fuentes estadísticas sobre migrantes internacionales y trabajadores migrantes internacionales, y genera datos estadísticos a partir de censos de población y vivienda, encuestas sobre la fuerza de trabajo, encuestas de hogares y empresas, y registros administrativos. Esta base de datos presenta conjuntos de datos sobre la población de migrantes internacionales, el flujo de migrantes internacionales y los nacionales en el extranjero. Los datos se desglosan por sexo, edad, situación laboral, nivel educativo, profesión, actividad económica y origen.
Europa
La base de datos sobre estadísticas de igualdad de género es una base de datos del Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE) de la Unión Europea (UE) que proporciona datos estadísticos sobre numerosos temas, incluida la migración procedente de toda la UE y fuera de ella, a nivel de la UE, de los Estados miembros y de Europa. Esta base de datos contiene estimaciones sobre el número de inmigrantes, los flujos de inmigración y emigración, y la migración y la educación. Los datos se desglosan por sexo, edad, situación migratoria y otros 55 indicadores relacionados con la migración. Los Estados miembros utilizan esta base de datos para cumplir con la Estrategia de la Comisión Europea para la igualdad entre hombres y mujeres y realizar un seguimiento de sus avances.
Eurostat recopila anualmente datos sobre demografía y migración de la población. La base de datos sobre población (demografía, migración y proyecciones) posee un conjunto de datos sobre migración y ciudadanía que se divide en tres grandes áreas temáticas: inmigración, emigración y adquisición y pérdida de la ciudadanía. En general, las estimaciones se desglosan por sexo, grupo de edad, ciudadanía, país de nacimiento y clasificación según el índice de desarrollo humano.
La base de datos de Eurostat sobre asilo y gestión de la migración se basa en datos recopilados por los Ministerios del Interior de los Estados miembros y los organismos de inmigración correspondientes. Esta base de datos presenta datos sobre asilo, permisos de residencia y cumplimiento de la legislación sobre inmigración. Los datos sobre asilo y permisos de residencia se desglosan principalmente por sexo y grupo de edad.
Las estadísticas sobre la migración de la OCDE incluyen bases de datos sobre inmigrantes en países de la OCDE (DIOC) y en países no miembros de la OCDE (DIOC-E). Estas bases de datos presentan información sobre diversas características demográficas y del mercado laboral de la población de 32 países miembros de la OCDE y 68 no miembros. Los conjuntos de datos temáticos de esta base de datos se desglosan en siete variables principales: género (hombre o mujer), edad, duración de la estancia, resultados en el mercado laboral, área de especialización, lugar de nacimiento y nivel educativo. Los datos se basan en censos de población de la serie de censos del año 2000.
La base de datos “Igualdad de Género, Instituciones y Desarrollo (GID-DB)” presenta datos comparativos sobre la discriminación por motivos de género que se produce en las instituciones sociales, tales como prácticas jurídicas, culturales y tradicionales, y en 2014 incluyó a 160 países. Esta base de datos se compone de variables como la edad legal para contraer matrimonio, las tasas de matrimonio precoz, la patria potestad en el matrimonio y después del divorcio, la violencia contra la mujer, la integridad reproductiva, la mutilación genital femenina y otros temas relacionados con las cuestiones de género. Asimismo, ofrece conjuntos de datos sobre el índice de instituciones sociales y género que mide hasta qué punto las instituciones sociales son discriminatorias, con el fin de poner de manifiesto las principales causas de la desigualdad de género y su impacto en las oportunidades de empoderamiento de las mujeres. Este conjunto de datos incluye 21 variables sobre instituciones sociales discriminatorias que se agrupan en cinco subíndices, como el código de familia discriminatorio, la integridad física restringida, la preferencia por los varones, las libertades civiles restringidas y la restricción al acceso a bienes y recursos.
Al desglosar y analizar los datos en función de las variables “mujeres” y “hombres” migrantes, los investigadores elaboran estadísticas generales relacionadas con la migración sobre estos dos grupos. Sin embargo, para entender mejor los patrones de género presentes en los procesos migratorios, resulta necesario contar con un mayor número de estudios cualitativos e incluir en las encuestas preguntas específicas relevantes con el fin de poner de manifiesto los desequilibrios de poder que existen en las decisiones relativas a la migración, en los mercados laborales, en el envío o uso de las remesas, y el impacto de la migración sobre las relaciones sociales en los hogares y comunidades que experimentan la emigración.
Back to topPuntos fuertes y limitaciones de los datos
Los datos desglosados por sexo son esenciales para rebatir los estereotipos de género erróneos, como el hecho de identificar a las mujeres como el único grupo migratorio vulnerable. La información desglosada por sexo también permite comprender mejor la perspectiva de género de la migración. Las fuentes de datos enumeradas anteriormente ofrecen en su mayoría datos desglosados sobre hombres y mujeres migrantes, lo que permite a los usuarios identificar las diferencias y desigualdades entre estos dos grupos. Por tanto, estas fuentes de datos concretas pueden resultar útiles para garantizar que los migrantes de ambos sexos tengan las mismas oportunidades de beneficiarse de la migración. Al utilizar fuentes de datos que desglosan la información por sexo, los responsables de la formulación de políticas podrán desarrollar programas eficaces basados en datos contrastados, precisos y fiables. Sin embargo, existen algunas limitaciones relacionadas con los datos y las fuentes de datos existentes.
No siempre se recopilan datos desglosados por sexo, especialmente en determinados contextos, como las situaciones de desplazamiento. La Base de Datos Mundial de Desplazamientos Internos, por ejemplo, proporciona una cantidad limitada de datos desglosados por sexo sobre los desplazamientos internos ya que los datos no se recopilan por sexo, sino por hogar. Del mismo modo, los datos sobre las muertes de migrantes solo se desglosan por sexo en algunas ocasiones, ya que depende en gran medida de la identificación de los cadáveres (OIM, 2019). Existen otras razones por las que los datos no se suelen desglosar por sexo, entre ellas, cabe señalar el hecho de que algunas autoridades tienen poca capacidad estadística para producir datos más específicos, no están dispuestas a recopilar y desglosar dichos datos, o pretenden proteger la privacidad post mortem de los migrantes y, por lo tanto, difunden datos agregados.
La recopilación de datos y la definición de género no siempre son lo suficientemente amplias. La recopilación de datos a nivel nacional debería incluir, aunque no siempre lo hace, metodologías que incorporen la perspectiva de género para reflejar las experiencias de las personas que se identifican como diferentes de un hombre o una mujer. Además, la definición de género, que actualmente se considera similar a la definición de sexo o se equipara a las mujeres migrantes, debería ser más amplia para incluir las diferentes necesidades de los hombres y las personas que se identifican como LGBTI.
El alcance de los análisis es limitado porque algunos productores de datos no desglosan los datos por sexo. Un ejemplo es la Base de Datos sobre Migración del Banco Mundial que, entre otros, incluye datos sobre remesas y contiene principalmente datos agregados por sexo, lo que dificulta la identificación de desigualdades y situaciones de exclusión basadas en el género. Además, este tipo de datos limitados suele distorsionar la realidad y, al hacer uso de ellos, se corre el riesgo de equiparar las experiencias y los resultados de las mujeres y las niñas en materia de migración con los de los hombres. Por tanto, resulta difícil distinguir, entre otras cuestiones, las diferencias de género en lo que respecta al envío, el importe y la frecuencia de las remesas, así como los canales y los motivos por los que se envían.
A pesar de los intentos de desglosar los datos sobre migración en función de la orientación sexual y la identidad de género, los datos casi nunca se desglosan teniendo en cuenta a las personas LGBTI. “No dejar a nadie atrás” es un principio fundamental de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030. En este sentido, cabe señalar que uno de los grupos más vulnerables y marginados, que no se debe dejar atrás, es el integrado por las personas que se identifican como LGBTI. Los productores de estadísticas sobre migración y cuestiones de género deberían incorporar variables como la identidad de género y la orientación sexual a fin de recopilar datos sobre las experiencias y desigualdades de las personas LGBTI en los procesos migratorios. Sin embargo, este desglose no debe comprometer la seguridad y el bienestar de las personas LGBTI en países y regiones donde existan leyes y políticas discriminatorias y prevalezcan normas consuetudinarias perjudiciales.